miércoles, 26 de febrero de 2014

Palabra de Guitarra





Siempre me decía a mí mismo: “Tengo que verlo en directo, tengo que ir a uno de sus conciertos”. Ya no podré. Me conformaré con oír sus discos, sus grabaciones. Su palabra de guitarra se ha callado hoy para siempre en México, tierra donde encontró, hace ya tiempo, su retiro para disfrutar de su familia, sus amigos, la pesca submarina y, reencontrarse allí también, con su duende.

Se marcha uno de los genios del flamenco, de la música con mayúsculas y, sobre todo, de la guitarra. Uno de los más grandes guitarristas de todos los tiempos.

Supo fusionar el flamenco con el jazz y las nuevas músicas. Durante toda su carrera musical no dejó de innovar y buscar los nuevos caminos del flamenco. Desde sus inicios con Camarón, hasta sus colaboraciones con Chick Corea o Al Di Meola.

Aunque el éxito le llegó con el legendario “Entre dos aguas”, jamás dejó de saborear los parabienes del mundo musical y de la cultura en general. Poseedor de innumerables reconocimientos y premios. Desde hoy el sonido de su guitarra eterna seguirá sonando para todas las generaciones venideras.

Va por ti, Maestro.







lunes, 24 de febrero de 2014

Caminos sobre la Mar




ANTONIO MACHADO (1875 – 1939).  75 Aniversario de su muerte.

Nació en Sevilla el 26 de julio de 1875 y vivió en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901. Pasó penurias económicas familiares tras la muerte de su padre, que lo llevaron a una vida bohemia por teatros, tertulias de café, etc. No acabó el bachillerato hasta el año 1900. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que conoció a Rubén Darío, del que será gran amigo durante toda su vida.

Por estas fechas, en Madrid conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores. Sacó la cátedra de Francés y fue destinado a Soria. Allí conoce y se casa con Leonor Izquiedo, mujer a la que amó profundamente. Una grave enfermedad se la llevó en agosto de 1912, causándole una honda pena.

El éxito de la publicación de Campos de Castilla (1912) le ayudó algo a sobreponerse emocionalmente. Cabe citar algunas de sus inolvidables obras como Soledades o Nuevas Canciones.

Tratando de separase de los paisajes y rincones que tanto le recordaban a su amada, se marcha a Baeza, pero allí tampoco encuentra la tranquilidad y paz espiritual que buscaba.

En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la Lengua.

Durante los años veinte y treinta escribió teatro en compañía de su hermano, también poeta, Manuel, estrenando varias obras entre las que destaca La Lola se va a los puertos. En 1932 recibe un homenaje en su querida Soria. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Collioure, donde murió el 22 de febrero de 1939.

Sin renunciar a la concepción poética modernista del 98, la poesía de Machado es ante todo la expresión íntima del sentimiento personal del poeta. Poeta del abandono, de la ausencia, de la profundidad inolvidable.

Eterno, Machado.





sábado, 15 de febrero de 2014

De Tal Palo, Tal Astilla





Hace unos días, acompañé a un familiar mío a unas instalaciones deportivas. A la entrada, hay un pasillo que conduce a los vestuarios. Sobre el mismo, se sitúa el graderío del campo de fútbol. Al entrar por el pasillo, unos chiquillos “jugaban” a escupir a todo el que pasase. Yo, ajeno a tales circunstancias, pasé por el mismo, cayendo sobre mi cabeza el correspondiente “regalito”.

Al percatarme de ello, el chiquillo se alejó para que yo no pudiera verle. Tras una breve búsqueda con la mirada, le localicé y me dirigí a él de forma bastante seria, diciéndole: “Campeón, eso que has hecho está mal. Eso no se hace, no lo vuelvas a hacer”. Esa fue mi reacción instantánea. No sé si la más acertada o no, pero así fue.

Pero, lo que más me indignó, fue que durante el breve momento que estuve recriminando al joven su desafortunada actitud, el grupo de padres que, mientras presenciaba el partidillo, también presenciaba esta situación, le reían la “gracia” al chico. Ni uno solo de estos padres le dijo nada al chaval que pudiese llamar su atención o reprobarle su acción. Es más, los unos se sonreían abiertamente y, los otros vociferaban contra las decisiones arbitrales del partidillo de sus hijos.

En fin, todo un “cuadro” de malos modos y de no saber estar.

Por desgracia, en este caso, cuán acertado es el refranero español, ¿verdad?  De tal palo, tal astilla.



Gabinete Caligari  Malditos Refranes