martes, 27 de febrero de 2018

S.O.S



He practicado deporte desde siempre y, a pesar de mis 47 tacos, sigo siendo una persona feliz de reencontrarme siempre con mis antiguos compañeros. Ya no ganamos partidos, ni trofeos, ni ovaciones, pero nos hemos ganado con el paso del tiempo una amistad a prueba de bombas. Eso, para mí, no tiene precio.

Ahora me he convertido en un padre anónimo de unas nadadoras del CN MIJAS y estoy viviendo una sensación agridulce, de tristeza y orgullo al mismo tiempo.

Tristeza de ver que todo el esfuerzo que hacen nuestros chicos no tiene ningún valor para nuestros dirigentes. Llevar el nombre de Mijas y del deporte mijeño por todos los rincones de España sólo sirve para que esos mismos dirigentes puedan sacarse una foto con el campeón de turno y nada más.

Orgullo de ver cómo, a pesar del inexistente apoyo institucional, los chicos siguen unidos, trabajando en silencio por conseguir sus sueños. Muchos de estos sueños quedarán en el camino, otros se conseguirán, ... pero la misma amistad de la que hablaba al principio, quedará.

Me siento feliz de ver una juventud sana, que cree en los valores del esfuerzo, del respeto, de la constancia, de la humildad, ...por desgracia hoy casi en desuso.

Son tantos los valores positivos que veo en estos chicos y en cualquier otro que practique deporte, que cada día me ratifico más en la creencia de que, desde nuestro pequeño rinconcito, podemos hacer algo para que nuestra sociedad sea cada día un poquito mejor.

Queridos chicos, estoy convencido de que los éxitos os seguirán acompañando. Queridas familias no dejéis de creer en ellos. Queridos entrenadores, gracias por vuestra encomiable labor. "Queridos gobernantes": ¡Apóyenlos!

Querida sociedad, ... el deporte nos hace mejores.
Nuestros hijos lo merecen y la sociedad también.