Al enterarme de la noticia, he querido escribir unas palabras para recordar a mi admirado Shane McGowan y The Pogues.
Me han acompañado desde mi más temprana juventud.
No sabía qué título dar a mi entrada. La he titulado Noche Lluviosa en el Soho. Es el título de una canción de The Pogues (A rainy night in Soho). Es la sensación que me ha producido la noticia, ... la de una noche oscura, fría y lluviosa en cualquier barrio de cualquier ciudad. Podría ser Londres, … Dublín … la que sea.
Podría haber llevado el título de cualquiera de sus míticos temas. Porque para mí, sus temas son míticos y, ellos también lo son. Son irreverentes, punkies, borrachos, fiesteros, pero a la vez son increíblemente tiernos y auténticos. Yo diría que son únicos. Auténticos maestros en conjuntar la irreverencia más descarada del punk con el más auténtico folk irlandés.
Me gustan muchísimos grupos, y por supuesto, me encantan Los Pogues.
Shane McGowan siempre caminó por el “lado salvaje de la vida”. Parece que el destino le tuviera reservado un sitio entre los más grandes. Nació el día de Navidad del año 1957 en Pembury (condado de Kent, Inglaterra). Precisamente compuso una de las más bellas canciones de Navidad que jamás se hayan escrito: Fairytale of New York. Pasó gran parte de su juventud en Londres, para finalmente instalarse en Dublín (Irlanda), donde ha fallecido.
Mis recuerdos de Shane McGowan y The Pogues llegan hasta aquellos largos días de verano de finales de los ochenta, en la sala de mi casa escuchando discos y discos. Y entre ellos el If I should fall from grace with God, con el que el amigo Jorge se presentó un día en casa. ¡Vaya portada más mítica! El gran Shane justo en el centro, acompañado del resto de The Pogues, … el banjo, el acordeón, la flauta, … qué nivé más grande!!! Y Kirsty MacColl sonando en la inolvidable e irrepetible Fairytale of New York junto a Shane McGowan (¡vaya nivelazo de canción!).
No me puedo olvidar de aquel viaje a Londres con El Vega, El José Miguel, El Pepe y Mi Primo Pedro, cuando, después de una de nuestras múltiples salidas por aquellas maravillosas calles de Londres, por el mercado de Portobello, por el Bristish Museum, … entramos en la Virgin Megastore de Piccadilly Circus para buscar algunos de nuestros discos favoritos y di con la cinta de vídeo en VHS del mítico concierto de Live at the Town & Country Club London de The Pogues del año 1988, con Kirsty MacColl. Fue mi más preciada adquisición de aquel inolvidable viaje. Shane con sus gafas negras, su camiseta de rayas, su cigarro, su cubata, las plumas sobre el escenario, el acordeón, el banjo, la música, … auténtica música en directo, con sus imperfecciones y su grandeza … qué maravilla!!!
En el año 1994, sin Shane ya en la banda, nos plantamos en Granada, en el Espárrago Rock, para ver a The Pogues en directo. Nos fascinaban, incluso sin el gran Shane. Su espíritu impregnaba cada nota, cada acorde de aquellas mágicas y míticas canciones para nosotros.
Por supuesto que también me emociona recordar el día en el que este pasado verano, en nuestra visita a Dublín, pasamos por el pub The Brazen Head y tras unas cuantas pintas de cerveza, subí al escenario para pedirle al grupo que amenizaba la velada con maravillosas canciones de auténtico folk irlandés, que tocase Fairytale of New York de The Pogues. El señor me dijo que esa canción era una canción alusiva a la navidad, a lo que respondí: “Lo sé, … pero es del gran Shane McGowan”. Bastó que me bajase del escenario para que acto seguido, aquellos dos maravillosos músicos la interpretasen. Y todo el Brazen Head cantándola al unísono. ¡Una noche emocionante e inolvidable!
Y cómo no recordar, hace apenas unos días, en nuestra Fiesta The Bezoya´s, el derroche de felicidad bailando su mítica canción con aires hispanos y de feria: Fiesta. (I am Francesco Vásquez García, I am welcome to Almería, we have sin gas and con leche, …)
Por cierto, hace pocas fechas, mis hijas, sabedoras de mi admiración por su figura, me regalaron su última biografía publicada (Una furiosa devoción). Aún no he comenzado a leerla. La comenzaré de inmediato.
En definitiva, se nos ha ido el irrepetible Shane McGowan, pero nos quedan sus canciones.
¡Invitados quedáis, amigos! ¡No os lo perdáis! Es una auténtica FIESTA, aunque esta noche sea una noche lluviosa en el Soho.
¡Hasta siempre, Shane!