Hace unos cuantos años nos reuníamos para celebrar su centenario y hoy nos volvemos a reunir para brindarles una emocionada despedida por su cierre definitivo.
Cierra El Loro, El Lorito, y con ello, se cierra una página memorable de la historia de Cártama. No sabemos si volverá a abrir, si cambiará de dueños, o cuál será su futuro definitivo. Lo que sí sabemos es que la Calle Enmedio ya no será la misma.
Y ahora, ¿dónde se sentarán El Antonio El Luriti y El Rafael El Pescaor, con sus sombreros, sus botas y sus bigotes? ¡Esto no puede ser! Algo muy nuestro se perderá para siempre.
¡Cuántas reuniones, cuántas charlas, cuántas historias, cuántos tratos se habrán cocinado en esa histórica barra!
¡Cuántas tapas, cuántas cervezas, cuántos vinos y cuántos cafés! Porque en Cártama se puede tomar buen café en muchos sitios, pero ninguno como el del Loro. En eso, El Antonio y El Pepe son unos auténticos maestros. Tuvieron una buena escuela. Estoy convencido de que sus padres estarán muy orgullosos de lo alto que han dejado el listón.
Y ahora, Los Bezoya’s dónde se tomarán sus Vodka Martini, sus Blancas y sus Vasos de Leche!!!! (¡la pila de lingotazos que nos hemos tomao!)
Cuántas tardes de verano jugando al Chinchón. Cuántas noches de invierno con las chupas de cuero y nuestra música ochentera sonando en su mítico equipo de música.
Y cuántas tardes de Nochebuena cantando a los cuatro vientos que Cártama es la más bonita y la más hermosa de todo el país!!!
El Antonio El Loro, que siempre nos guardaba la botella de anís El Mono y la cucharilla para amenizar la tarde de villancicos y amigos.
Y aquel inolvidable concierto de Faltos de Leña y el Rocker Club!!!
Momentos únicos que ya forman parte de nuestras vidas para siempre.
Sólo nos queda darles las gracias por su servicio, su atención y su cariño.
Y que la Familia Vargas sepa que siempre tendrá el respeto de todos los cartameños y foráneos que a lo largo de este siglo pasaron por su casa y también forman parte ya de su ilustre historia. Una historia escrita con letras de oro.
Pepe, Antonio, Mari, Paco…
¡Feliz jubilación, amigos!
¡Os queremos!
¡VIVA CÁRTAMA, … Y VIVA EL LORITO!