A pesar de su avanzada edad, su claridad de ideas nos sorprendía a todos. Su vitalidad, su amabilidad, su mirada limpia, su servicio a los demás, su bondad infinita y su cercanía han sido su pasaporte a la eternidad. Porque Marina, para nosotros, siempre será ETERNA. Ojalá, su ejemplo nos sirva a TODOS para ser un poquito mejores cada día.
¡Querida Marina, no te quepa la más mínima duda de que intentaremos seguir el camino que TÚ nos has marcado!
Tu blanco pelo será la luz más grande que brille para nosotros desde lo más alto.
Te queremos y jamás te olvidaremos.
(In Memoriam. Marina Garví. Sierva de San José)
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