DON MIGUEL

 

La noche del concierto de mis queridos Mosqueteros fue la mecha que prendió lo que vino después. Esa noche fue súper especial. La comitiva perfecta de amigos para una grandiosa velada. 

Allí estaban Sergio e Hilario (el Luka Modric de Cártama). Ellos fueron los que me adelantaron la noticia de la caminata senderista que tendría lugar en el día de ayer. También me lo hizo saber mi apreciado Juandi. 

Hace tres años que se marchó de forma precipitada e inesperada el gran Don Miguel. Un tío que rebosaba buen rollo y camaradería allá por donde fuere. Siempre tenía una buena cara, una sonrisa y una conversación ágil y agradable, y si era con una cerveza de por medio, mucho mejor. Un enamorado de la música, del deporte, del senderismo, de su familia, de sus amigos, de su cole, … de la vida, …un fiera. Así era Don Miguel. Un amigo de esos a los que hay que cuidar y de los que hay que estar siempre cerca de él para no escapar a su mágico halo. 

En un abrir y cerrar de ojos se fue, sin avisar. Su familia, sus amigos, sus alumnos, su cole … 

Tres años ya sin él. III Ruta de Senderismo “Caminando con Miguel”. 

La mañana comenzaba con la quedada en la puerta de la iglesia de San Pedro Apóstol de Cártama. Ofrenda floral en memoria de Miguel. Silencio, emoción, recuerdos, lágrimas y una maravillosa ovación en su honor. Los vellos de punta!!! 

Inicio de la ruta por nuestra querida Sierra de Cártama: Los Espartales. Calor intenso, pero las ganas y alegría del recuerdo nos llevaban en volandas. Caminata amena entre charla y charla, foto y foto. Parada oficial en Purguine. Esa cerveza bien fría que tanto gustaba a Miguel compartir. Nos supo a gloria. Camaradería, buen rollo. Grandes y pequeños. Una pasada, chavales!!! 

Sol abrasador en la vuelta, pero la recompensa final nos animaba a todos. Los pequeños tirando del pelotón, incansables!!! 

Fin de etapa en el Camino de Las Viñas. 

Momentazo: los amigos sacan de sus mochilas una cerveza bien fría y brindan por una jornada maravillosa, recordando a Don Miguel. Foto para el recuerdo con la bandera y la imagen de nuestro querido Miguel. Emoción contenida y agradecimiento eterno a su enorme legado: la amistad infinita. 

El epílogo, en casa de los mejores anfitriones del mundo, me lo perdí, pero sobradamente sé que estuvo a la altura de Don Miguel y su magia. Gracias por todo, chicos. Sois un ejemplo a seguir. Mi más sincera enhorabuena por la iniciativa. Unos máquinas!!! 

¡Viva Er Birba! 

¡Cuánto me he acordado de mi padre! ¡Cuántas veces hicimos esa misma ruta!