sábado, 28 de noviembre de 2020

Parece que la fiesta terminó


 


Aunque mi realidad más cercana está conectada a los alardes futbolísticos casi diarios del inigualable Leo Messi, hoy toca recordar al Diego. Diego Armando Maradona. 

En nuestra juventud jugábamos al fútbol (aún lo seguimos haciendo), nos apasionaba, ... Y ahí estaba Diego, chiquitillo y cabezón, con el 10 a la espalda. Nadie hacía en el campo lo que él hacía, nadie podía pararlo. Tenía un halo especial. Eso que sólo tienen unos pocos elegidos para conectar con los demás. 

En todos los equipos por los que pasó, dejó una huella imborrable. Posiblemente en Nápoles fue donde más largo tiempo pudieron disfrutar de su magia con el balón en los pies. Él solo hizo grande a un equipo que, hasta ese momento, no estaba acostumbrado a ganar. Él llego, JUGÓ y venció. Convirtiéndose en un verdadero emperador. 

Esa manera de jugar al fútbol tan apasionada, su amor por la albiceleste, su conexión con el público, ese Mundial de Méjico, ... la Mano de Dios, el Barrilete Cósmico!!!

Se marcha Diego. Hasta siempre, pibe. 

¡Maradona siempre vivirá! 




jueves, 15 de octubre de 2020

El salto de gigante de la mijeña Laura Rodríguez

 


Tras perderse su primer año como júnior por la pandemia, ha pasado de competir en infantil a debutar como internacional absoluta. 

Su estatura es pequeña (mide 1,60), pero su proyección es enorme. Por ahora, su nombre todavía no ha empezado a sonar con fuerza en comparación a otros talentos de la natación de la provincia en la actualidad: Paula Ruiz, María de Valdés, ... Pero a sus 16 años, la mijeña Laura Rodríguez promete ser una de las voces del futuro a nivel nacional e internacional. Saltándose generaciones, acaba de dar un paso de gigante y no sólo no ha defraudado, sino que consiguió brillar. 

Especialista en 50, 100 y 200 braza, la representante del Kronos Mijas, que se encuentra a caballo entre su club (con Ximena Varón) y el Centro de Tecnificación de Inacua (junto a  Xavi Casademont), debutó el pasado fin de semana como internacional y, además, absoluta; nunca antes acudió a una cita con España - ni en categorías inferiores -, más allá de alguna concentración. Fue en el Meeting des Vendanges, de Canet (Francia), de donde regresó con dos nuevas marcas personales (2:32:29 en los 200 y 32,98 en los 50 metros braza), un record de Andalucía de 16 años (en 50) y una medalla de plata en su distancia estrella, la de los 200 metros braza. Sin embargo, pese a su carácter y personalidad en el agua, rebosa timidez fuera de ella: "La verdad es que no me esperaba esos resultados ni yo. Fue mi primera vez como internacional absoluta y fue una alegría. Este fin de semana, volveré a una concentración absoluta con la selección, en Andorra", adelanta. "Inés Sancho y yo, que somos las más pequeñas, vamos como invitadas, para ir aprendiendo de las grandes", añade. 

Grandes de la talla de la medallista internacional y "recordwoman" nacional, Jessica Vall, a la que ya tuteó en la piscina de Canet. Viendo sus marcas y aun siendo una campaña diferente para todas, la malagueña se quedó a menos de un segundo de la catalana en los 50 metros y a menos de tres en los 100 (la mejor marca de la mijeña es de 1:10:39). Aun así, su fuerte son los 200 metros, en los que fue campeona de España alevín y subcampeona y tercera en los dos años de infantil. Aquellos fueron los últimos nacionales para Rodríguez. Y es que el inicio del confinamiento imposibilitó su debut en el Campeonato de España júnior; un año en blanco para ella. "Este que empieza es mi segundo año de júnior. Es raro, porque voy a dar el salto de infantil a absoluto, voy a empezar ya con los más grandes aunque todavía sigo siendo júnior", relata. Y sobre sus metas cercanas, cuenta: "Se supone que a mediados de noviembre tenemos un Campeonato de España (júnior y absoluto). Mi objetivo es hacerme con la mínima para el Europeo júnior del año que viene y que la selección siga contando conmigo".

Preparación olímpica

Ahora que ya sabe lo que es ser internacional, se niega a bajarse del barco. Más aún desde principios de este mes, cuando se dio a conocer que la joven - igual que el malagueño de Inacua Ángel de Oña - ha entrado a formar parte de un plan de la Federación Española para la preparación de jóvenes promesas cara a los Juegos Olímpicos de París 2024. "Obviamente, como todo gran deportista, es mi sueño y voy a luchar por él", afirma. Todo ello sin abandonar los estudios, aunque eso implique dejar a un lado la vida social que podría tener cualquier adolescente, los próximos seis años. 

Al menos, ya está mentalizada. "Martes, miércoles y jueves, que entreno por la mañana, me levanto a las 5:40. Entreno hasta las 8:00, entro al instituto (cursa Primero de Bachillerato) a las 8:15, mi madre me prepara la comida, como en el coche rápido y a las 15:30 ya estoy en Inacua. Allí estamos hasta las 19:30 más o menos, meriendo, me ducho y me pongo a estudiar. No me da tiempo a aburrirme", bromea Rodríguez, que también cursó cuatro años de oboe en el Conservatorio. La rutina de una nadadora de élite cuyo salto dará que hablar. 




Muy personal

Cantante o grupo ...

- Pablo Alborán, Dani Martín y Sweet M.

Una serie y una película ...

- "Élite" y "A tres metros sobre el cielo".

Un libro ...

"Buenos días, princesa", de Blue Jeans y "El niño con el pijama de rayas", de John Boyne.

Un segundo deporte ...

- El atletismo.

Un referente deportivo ...

- Mireia Belmonte y Rafa Nadal.

Un amuleto o manía a la hora de competir ...

- Siempre llevo en la mochila una estampa o una pulsera de la Virgen de Los Remedios, de Cártama (allí nacieron sus padres).

Algo por aprender ...

- Bucear en el mar. 

Charlaría un rato con ...

- Algún nadador potente, como Mireia para que me diera algunos consejos. 

Pasaría un día en la piel de ...

- Rafa Nadal o Ester Expósito, por ejemplo. 

En 10 años se ve ...

Con la carrera acabada, trabajando y compaginándolo con los entrenamientos. 


(Artículo publicado en el Diario Sur el jueves 15 de octubre de 2020) 

miércoles, 29 de abril de 2020

Nunca caminarás solo



Hace unos años visitamos Liverpool y me quedé con las ganas de haber vivido un You´ll never walk alone en Anfield. No pudo ser por necesidades del guión. Disfrutamos de la ciudad a lo grande: nuestro tour en inglés, un frío terrible, una llovizna auténticamente british, nuestras pintas de cerveza, nuestro paseo por el universo Beatles y una compañía inmejorable. 

Ayer, al enterarme del fallecimiento de Michael Robinson, me vinieron a la mente todos esos buenos recuerdos. Michael amaba el rojo pasión de la camiseta del Liverpool, no en vano fue campeón de Europa con el club en 1983. También consiguió el título de liga y el de la copa de la liga. 

Nacido en Leicester en 1958, tras su etapa como futbolista en las islas, recaló en el Osasuna. Fue ahí donde se produjo esa chispa que provocó su amor por España. Amor que nunca escondió y que España supo devolverle con creces. Adoraba nuestra cultura, nuestra gente. Hijo adoptivo de la ciudad de Cádiz, de la que quedó prendado de ese arte andaluz que no se pué aguantá. 

Durante muchísimos años entró en nuestras vidas como comentarista de grandes partidos de fútbol y programas deportivos. Un acento especial y un finísimo sentido del humor. Su programa Informe Robinson lo he usado infinidad de veces en las clases con mis chicos para contar historias sobre el esfuerzo, la pasión, la ilusión, la amistad, ... la vida. Nos ha hecho emocionarnos muchísimas veces, como ese You´ll never walk alone que siempre te acompañará para que nunca camines solo. 

Gracias, Michael.


jueves, 5 de marzo de 2020

Aunque tú no lo sepas






Las palabras vividas: de la música a la poesía.

Efectivamente, aunque tú no lo sepas, ... perdón, ... aunque vosotros, Luis y Quique, no lo sepáis, ... el pasado martes nos mostrasteis la belleza de lo simple, esa bendita conjunción de música y poesía.

El esfuerzo, después de una larga jornada, bien que mereció la pena. El evento estaba enmarcado dentro de las actividades previas al Festival de Cine de Málaga. El cartel de completo en el Centro Cultural María Victoria Atencia no hacía más que presagiar lo que más tarde vendría: un torrente de emociones y la piel de gallina. 

Sobre las tablas, Luis García Montero (poeta, ensayista, profesor, director del Instituto Cervantes, ...) tranquilo, conocedor del terreno que pisaba, alquimista de la palabra. Se acercó al público explicando su devoción por la poesía de Lorca, Alberti, Machado y cómo le era imposible no vincularla a sus recuerdos musicales. Habló de su gusto por la poesía de Miguel Hernández y de Machado, cantada por Joan Manuel Serrat. Explicó esa sensación de orgullo, admiración, y por qué no decirlo también, de vanidad que sintió cuando Serrat le dijo que había elegido uno de sus poemas para una canción y se la cantó por teléfono. Tal cual, ... Serrat cantándole por teléfono!!! Qué grande!!! 

No quiso olvidarse de su amigo Joaquín Sabina, quien le pidió que le compusiera una canción, y le compuso Nube negra, a la cual Joaquín dio ese toque fronterizo del gran Jose Alfredo Jiménez, a quien tanto admiran el de Úbeda, así como el propio Luis. También habló de no estancarse en la nostalgia y de admirar a los más jóvenes, como Quique González

La velada prosiguió con la lectura de una serie de poemas de Luis García Montero a cargo de él mismo. Todo un lujo. La belleza de su poesía directa y cercana cautivó al auditorio. 

Luis invitó al escenario a Quique González y Toni Brunet. Con los tres artistas sobre las tablas, se produjo un apasionante diálogo entre Luis y Quique donde explicaron el proceso de creación del disco Las palabras vividas. Quique se sinceró diciendo que, a pesar de ser letras escritas por Luis, las vive y las siente como suyas, no sólo él, sino toda su banda. Habitar las canciones para apropiarte de ellas. Quique explicó cómo, mientras trabajaba el disco, tras recibir las letras escritas por Luis, a veces no encontraba el paisaje sonoro adecuado, y en esto le fue de gran ayuda su amigo César Pop, el mejor acompañante. 

Una vez concluida la conversación entre ambos, quedaron Quique González y Toni Brunet a solas  sobre el escenario. La poesía y la música llenaron de magia el auditorio, una belleza efímera y sin igual. El silencio y el respeto por los maestros permitía oír cada nota, cada arpegio, cada acorde, cada palabra. Un flechazo directo al corazón. 

Sonaron canciones bellísimas, ... Bienvenida, La nave de los locos, El Pasajero, Canción del pistolero muerto, Qué más puedo pedirte, Anoche estuvo aquí, No es verdad, Me lo agradecerás, Su día libre, Doble fila, Aunque tú no lo sepas (leída primero con la letra del poema escrito por Luis y a continuación con la interpretación de la misma a cargo de Quique y Toni), Salitre y Vidas cruzadas. 

Sinceramente, ... una noche para el recuerdo, ... Maravillosa, ... como lo son la música, la poesía, las canciones, ... la vida. Un millón de gracias, Maribel.