"Van a permitir público en el campeonato". Aquello despertó en nosotros lo que hasta ese momento había permanecido dormido: nuestro deseo de acompañar a Laura en su debut en el Campeonato de Europa Júnior de Natación.
Sí, era muy precipitado, pero la ocasión lo merecía. Máxime cuando llamamos a Laura para decirle que iríamos: la cara de alegría que puso y las lágrimas de emoción que afloraron en sus ojos lo decían todo.
Un par de días después aterrizamos en Roma. Espectacular.
Mucho calor, pero la ciudad ... insuperable: la Plaza de España, la Fontana de Trevi, el Panteón de Agripa, la Plaza Navona, el Castillo de San Angelo. Todo a pie. ¡Qué maravilla! Todo aquello que Don Diego me explicaba en COU, estaba allí, delante de nosotros, tal y como él nos contaba. Aún lo recuerdo con enorme cariño.
Si el primer día fue emocionante, ... Qué decir de los siguientes: Museos Vaticanos, Capilla Sixtina, Basílica de San Pedro, la Boca de la Verdad, Santa María la Mayor, la Plaza del Popolo, el Circo Máximo, el Coliseo, el Foro de Trajano, la Plaza de Venecia, el Trastevere y, cómo no, visita a Laura una vez concluida su sesión de tarde. El encuentro con ella y verla aparecer con sus compañeros de selección dejaban a las claras que nuestra alegría era completa.
Aún quedaban más emociones y algunos sinsabores.
El debut de Laura, emocionante. El Estadio Olímpico del Nuoto, donde se desarrollaron las pruebas, un sitio encantador y mítico, pues allí se desarrollaron las Olimpiadas de Roma de 1960.
Pero la felicidad no iba a ser completa al quedar Laura descalificada, a pesar de su magnífica actuación en la prueba de 200 Braza. Esto marcó posiblemente el campeonato para ella, pues al día siguiente causó baja en la prueba del 100 Braza por gastroenteritis y ya no la pudimos ver más de ejercitarse en el agua hasta el último día de campeonato, en el relevo 4x100 Estilos, donde, a pesar de su mermado estado físico, nadó de maravilla y consiguió junto al resto del equipo un meritorio quinto puesto en el Campeonato de Europa. No suena nada mal para su debut continental en una gran cita.
Con el paso de los días y visto todo con perspectiva, posiblemente lo de menos haya sido el acontecimiento deportivo y sus resultados, si bien, esto fue lo que en un principio nos llevó a la ciudad eterna.
Quedan en nuestra retina los momentos vividos en familia, la experiencia deportiva y personal para Laura y, sobre todo, la emoción de compartir algo tan bonito JUNTOS en estos momentos tan difíciles. Estoy convencido de que jamás lo olvidaremos.
Ni que decir tiene que si a todo esto unimos el haber vivido la Eurocopa de fútbol en Italia, cuando España fue eliminada precisamente por Italia y, siendo Italia a posteriori la campeona ante Inglaterra, la emoción es aún mayor.
Tan sólo faltó que de la Fontana de Trevi hubiesen salido Marcello Mastroianni y Anita Ekberg para que la estampa hubiera emulado en su totalidad La Dolce Vita. INOLVIDABLE.
