En primer lugar, pedir disculpas por mi atrevimiento, pero espero que mi indignación llegue a alguien.
Soy padre de una joven estudiante de 1º de Bachillerato de un instituto de los muchos que hay en la provincia de Málaga. Mi hija nada desde que tenía 4 años. Su madre y yo somos unos padres que practicamos deporte de forma asidua y creemos en los beneficios de la actividad física y deportiva en el desarrollo integral de las personas, por no hablar de todos los valores que el deporte fomenta (compañerismo, trabajo, esfuerzo, constancia, superación, ... infinitos).
Desde los ocho años nuestra hija forma parte de su club de natación. Desde entonces ha compatibilizado, con mayor o menor dificultad la práctica deportiva con su formación académica. De hecho, hasta el momento ha tenido un currículum académico bastante bueno.
Gracias a los buenos resultados deportivos que nuestra hija viene cosechando desde hace algún tiempo, forma parte del grupo de nadadores del Centro Especializado de Tecnificación Deportiva (CETD) de la Federación Andaluza de Natación, con sede en las Instalaciones de Inacua Málaga. Actualmente forma parte del Equipo Nacional de Natación España 2024 con el que la Federación Española de Natación intenta hacer un seguimiento de las jóvenes promesas de la natación española. Por ello, últimamente, y, de forma recurrente, tanto la Federación Andaluza de Natación como la Selección Española de Natación la han convocado para distintas concentraciones y pruebas a nivel nacional e internacional.
Como comprenderán, para ella, como nadadora, es toda una satisfacción poder codearse con la élite de la natación española a una edad tan temprana, así como un orgullo el representar tanto a su club, como a su comunidad y a su país por donde quiera que vaya. Sin contar con la satisfacción personal tan grande que siente al saber que su esfuerzo está teniendo su recompensa.
A través de la Circular de 17 de Septiembre de 2019 de la Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa sobre las Medidas de Apoyo y Conciliación de Estudios con la práctica Deportiva, se insta a los centros educativos a "facilitar la compaginación" de la práctica deportiva "de alto rendimiento" con la formación académica de los alumnos. Y he aquí la cuestión: esto, aunque en cierta medida se lleva a cabo, no es del todo cierto y, creo, humildemente, que está en manos de "la buena voluntad del docente".
Últimamente, mi hija falta de forma bastante asidua al instituto, debido a sus convocatorias con la selección española. Hay profesores con los que ella acuerda el cambio de fecha para la realización de los exámenes, pero en cambio, de otros escucha frases del tipo: "como no has venido, te suspendo la evaluación y ya harás el examen en la recuperación", "no estoy dispuesta a personalizarte la asignatura", "lo que no voy a hacer es hacerte un examen para ti y otro para tus compañeros", "ésta qué se cree, que va a venir cuando quiera o qué" ...
Supongo que, como realmente no le niegan el derecho a examinarse, pues con eso vale. Y, posiblemente, la ley será así. Pero, al menos, permítanme que alce la voz para decir que, no veo en palabras así y actuaciones como éstas el más mínimo atisbo de empatía, de ganas de echarle un cable, de motivarla, ... En fin. No sé. Posiblemente no tengan la obligación de hacerlo tampoco. Sinceramente, no lo sé.
Pero, al menos, no me nieguen que no es triste.
Simplemente soy un padre que está encantado de que su hija practique deporte, feliz de verla conseguir sus sueños y muy triste porque no encuentra la más mínima empatía por parte de los docentes que la rodean, salvo contadas excepciones, ... como todo en la vida.
Por supuesto que tengo los pies en el suelo y soy consciente de que el futuro laboral y profesional de mi hija pasa por su formación académica, de ahí mi preocupación.
Posiblemente mis palabras sonarán a tonterías de padre, ... pero así las siento.
Supongo que, como mi hija, esta dificultad a la hora de conciliar la práctica deportiva de "élite" y la formación académica la tendrán muchísimos otros jóvenes. Es una pena que no se le dé una solución a esto.
