sábado, 10 de junio de 2023

Fragile

 


Hacía tiempo que no recordaba a Sting y, mira por dónde, surge en el título de esta entrada en mi blog. Me trae gratísimos recuerdos de mis tiempos universitarios y la escapada con mi queridísima Mónica a tierras almerienses para verlo en concierto. Un verano inolvidable. 

El título viene hoy a colación por motivos completamente distintos. Y es que no nos damos cuenta de lo frágiles que somos hasta vernos desprovistos de nuestra "vulgar" cotidianidad por motivos de salud. 

La salud, ese bendito tesoro del que sólo nos acordamos cuando se aleja de nosotros. Gracias a Dios, esta vez con final feliz, pero con un comienzo incierto y peligroso. 

Han sido días de miedo, de llantos, de esperanza y de amor. Hemos permanecido unidos. Posiblemente más unidos que nunca. Todos a una. Reme y Elena, sobresalientes. 

No nos ha faltado el calor, el cariño y la palabra amable de la familia, los compañeros de trabajo y los amigos de toda la vida. Agradecimiento infinito. 
Los profesionales sanitarios que estuvieron a cargo de Laura, un verdadero encanto. 

Todo salta por los aires cuando menos te lo esperas. Dejas de pensar en tonterías a las primeras de cambio y das valor y prioridad a lo que verdaderamente lo tiene: VIVIR y ser feliz. Encontrarte con momentos de felicidad. 

Cuando íbamos detrás de la ambulancia nos temimos lo peor. La sensación de angustia y miedo que llevábamos es indescriptible. Un silencio aterrador. Horas interminables de incertidumbre, llanto y oración. Horas de desasosiego, reflexión y esperanza, mucha esperanza. Gracias a Dios, quedó ahí. 

No ha habido Oporto. No sé qué más no habrá, ... Pero sí sé que la familia, los amigos, los compañeros, el equipo y los entrenadores la han arropado en todo momento. 

Posiblemente, cuando los sueños más inmediatos se alejan, todo carece de sentido. Pero no es así. 

La vida, casi siempre, da nuevas oportunidades. Seguro que Laura las tendrá y sabrá aprovecharlas. Si no, siempre quedará el recuerdo de que este mal sueño pasó y otros más bellos aparecieron y los perseguimos. 

Estoy convencido de que, con el paso del tiempo, lo ocurrido nos hará valorar lo afortunados que somos y lo rematadamente absurdos que, a veces, podemos llegar a ser. 

GRACIAS.