miércoles, 2 de noviembre de 2011

La Música alimenta el Alma

Literatura y Música

La relación entre literatura y música ha sido y es una de las más antiguas y fructíferas colaboraciones que se producen entre distintas manifestaciones artísticas. La poesía nació unida a la música y la música estaba destinada al baile. Cuando el ser humano sintió la necesidad de expresarse y hacer oír sus sentimientos, utilizó movimientos del cuerpo acompañados de sonidos que, progresivamente, se fueron enriqueciendo con ritmo, melodía y finalmente con palabras.

En la narración oral, la palabra toma vida, transmite sentimientos o experiencias diversas, es la forma en la que una simple historia pasa a tener efecto literario, a considerarse literatura.

Por fortuna, la música es otra de las artes que en los últimos años ha vuelto sus ojos a la literatura para ofrecer versiones, adaptaciones, e incluso traducciones de textos literarios.

A continuación tienes una muestra de cómo la literatura y, más concretamente la poesía, está presente en la música actual y viceversa. Una unión, en muchos casos, grandiosa.


PARA LA LIBERTAD
Poema de Miguel Hernández
Música de Joan Manuel Serrat

Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida.




CANTARES
Poema de Antonio Machado
Música de Joan Manuel Serrat

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.


Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse, le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.




ALFONSINA Y EL MAR
Poeta: Félix Luna
Intérprete: Andrés Calamaro

Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más,
un sendero solo de pena y silencio
llegó hasta el agua profunda,
un sendero solo de penas mudas
llegó hasta la espuma.

Sabe Dios qué angustia te acompañó,
qué dolores viejos calló tu voz,
para recostarte arrullada en el canto
de las caracolas marinas,
la canción que canta en el fondo oscuro
del mar la caracola.

Te vas Alfonsina con tu soledad,
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y te está llamando,
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar.

Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos
harán una ronda a tu lado,
y los habitantes del agua van a jugar
pronto a tu lado.

Bájame la lámpara un poco más,
déjame que duerma, nodriza, en paz
y si llama él no le digas que estoy,
dile que Alfonsina no vuelve,
y si llama él no le digas nunca que estoy
di que me he ido.

Te vas Alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y te está llamando,
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar.
+
Zamba, a ti te canto, porque tu canto derrama amor,
caricia de tu pañuelo que va envolviendo mi corazón.
caricia de tu pañuelo que va envolviendo mi corazón.
El tiempo que va pasando, como la vida no vuelve más,
el tiempo me va matando y tu cariño será, será.
el tiempo me va matando y tu cariño será, será.
el tiempo me va matando y tu cariño será, será.




A TRABAJOS FORZADOS
Poeta: Antonio Gala
Intérprete: Antonio Vega

A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

No concibe mi alma mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.

Que ningún juez, declare mi inocencia,
porque, en este proceso a largo plazo,
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez, declare mi inocencia.





TÚ ME ABANDONARÁS
Poeta: Antonio Gala
Intérprete: Clara Montes

Tú me abandonarás en primavera,
cuando sangre la dicha en los granados
y el secadero, de ojos asombrados,
presienta la cosecha venidera.

Creerá el olivo de la carretera
ya en su ramo los frutos verdeados.
Verterá por maizales y sembrados
el milagro su alegre revolera.

Tú me abandonarás en primavera,
Tú me abandonarás en primavera.

Tú me abandonarás. Y tan labriega
clareará la tarde en el ejido,
que pensaré: Es el día lo que llega.

Tú me abandonarás sin hacer ruido,
mientras mi corazón salpica y juega
sin darse cuenta de que ya te has ido.





ANNABEL LEE
Poema de Edgar Allan Poe
Adaptación Letra y Música: Santiago y Luís Auserón, Radio Futura.

Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.

Éramos sólo dos niños mas tan grande nuestro amor
que los ángeles del cielo nos cogieron envidia
pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad
como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.

Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche
para helar el corazón de la hermosa Annabel Lee
luego vino a llevársela su noble parentela
para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.

No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.

Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores
que saben más como dicen de las cosas de la vida
ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar
separaran jamás mi alma del alma de Annabel Lee.

No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.

En aquel sepulcro junto al mar
en su tumba junto al mar ruidoso.
Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.





ESTOS POEMAS
Poeta: Ángel González
Intérprete: Pedro Guerra

Estos poemas los desencadenaste tú,
como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a veces
la soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntan
irremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman.





MIENTRAS TÚ EXISTAS
Autor: Ángel González
Intérprete: Pedro Guerra (Adaptación)

Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz —cualquiera...

Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo este amor que crece y no se muere,
bajo este amor que sigue y nunca acaba.






Gracias por tanta Música y tanta Poesía.

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